domingo, 15 de agosto de 2021

Ágape de los muertos



La espuma es el enigma constante.

¡Bebed muertos y saciad la sed!

Porque más allá no hay qué beber.


*


Es verdad que el espíritu culmina

Y la imaginación en espirales florece.

Hay catarsis al borde de la roca.

De la muerte recogemos el nombre de las cosas. 


*


Zahoríes del amor, 

autodidactas del ágape:

Incrusta tu delta de madera — no en el Salzburgo 

sino en el Ganges. 

 


*


Luna: madre de muertos. Libo, 

porque es la sangre de la muerte. 

Alimen nutricio que fermenta y vuelve.

A través de la tierra. 

Sin pensamiento, las palabras florecen.


*


Con la rara belleza

De la col fétida de los pantanos — Symplocarpus foetidus

De introspectiva floración, 

o la orquídea dentata que florece bajo tierra. 


*


Ágape, ágape bajo la luna cinérea.

Con sed ancestral bebe la tierra. 

A sorbos vivos sacia su garganta de espinos.

Pero en sus labios permanece la hiel.


*


No hay palabras porque 

no hay amor para beber.

Latín: lengua de muertos,

Sacia en mi lengua tu sed. 


*


Liliata rutilantium… — 

Lilas, asfódelos, syringas rutilantes.

Cuando mueren las cosas 

su nombre toman sub lunares.


*


Sub nocte. Sub rosa. Per umbram. 

Gremios de la palabra, 

Deja que te circunden, flores subterráneas. 

Contraseña y ansa.


*


Beber la muerte a sorbos — Ágape 

Ágape — junto a nuestros muertos.

La vid fermenta bajo pies campesinos

Cada copa de vino es comunión con los vivos.


*


Viscosas palabras como líquenes. Lichtenwörter

Círculos de luz al liquen fieles. 

Los muertos mastican laureles

la llave del reino de los muertos. Lichenwörter. 


*


Leteo: danza de alivio y memoria.

Aleteos y zumbidos son barullo cristalino

En la fuente primigenia. 

Donde las almas revolotean y aguardan. 

El clímax que las traerá de vuelta. 


*


Abajo en la fosa —

la humedad del barro en gusanos suspira. 

Todas las almas son hermafroditas.


*


Flores segadas que se abren a ciegas, sub terra

Larvæ, capullos, panales incubándose. La tierra tiembla — 

el ejército de los muertos bebiendo bajo tierra. 


*


Cada palabra guarda la lengua de una aldaba, 

encerrada en su demiurgos y asexuada. 

Malas hierbas — invasores de tierra yerma.

En mystérion hay voces enterradas.



Quito, 2020.

martes, 11 de febrero de 2020

Amo tus pechos

Amo tus pechos porque siempre
te llevan la delantera y porque
me miran de manera más sincera
que tus ojos.


La circularidad atómica y galáctica
de tu culo, cuyo secreto es su gratuidad
y su armonía de cosa regalada,
tiene la gracia de una fruta que dios
hubiese olvidado encima tuyo,
cuando te creaba.


Tu cadera sólida, dorsal, submarina
—ay— casi me da pena que se quiebre en dos
sobre tus piernas.

Pero hay en tus piernas una pincelada
especial, cuya morfología es japonesa
y tienen algo de hexagrama, de griffiti,
y de guitarra.


Tus ojos, cómplices de tu corazón,
llevan la mañana diaria a mi vida,
con algo de soles y me despiertan con
un golpe de periódico vespertino.

Pero son tus brazos, delicados y definitivos,
los verdaderos raíles de mis ojos.
Por ahí suben y bajan, locos, como un tranvía,
que se refugia en los túneles que me dan la
bienvenida a tu ciudad secreta.


Por fin he llegado a tus manos. Las manos
son como un segundo rostro y puedo jurar
que las reconocería aunque cambiaran de dirección
y de destino, de vuelo y de palomas.
En las tuyas veo un segundo rostro y en las mías
encuentro un río que pasa dándome la hora,
y me señalan el lugar de mi destino.


De pronto, en un golpe sorpresivo,
veo dentro de tu boca un pequeño hombre
que respira.
Soy yo, pero me siento ya celoso.



Martín Mora Ortega.

viernes, 21 de agosto de 2015

Notas sobre los seres de la pintura en Gonzalo Zurita

Este texto debió salir aquí hace mucho tiempo, exactamente el 22 de abril del 2015, la fecha de inauguración de la exposición "Seis Meses" en el Centro Cultural Benjamín Carrión; sin embargo, debido a problemas de orden antes que a necedades, su estreno se retraso hasta el día de hoy. Es para mí un honor poder llenar a nuestro Menos Palabras del nombre de este pintor amigo. Sin más preámbulo, aquí uno de los textos de introducción leídos aquel día:


Está muy lejos de lo que me he propuesto leer aquí una nota biográfica, pero eso sí quiero dejar claro de una vez por todas, me he propuesto hacer algo igual de aburrido, esto es, interpretar los habitantes del mundo pictórico de Gonzalo Zurita. Toda obra carga habitantes particulares, toda obra esta delimitada por la visión y las deficiencias con las que ha sido ejecutada. No es que hacer esto me resultara más fácil que escribir una nota biográfica, pero al proponérmelo me di cuenta de que no tenía mucho que decir, no porque mi amigo, hoy honorado por todos nosotros -esperemos-, tenga poco más de veintidós años. La edad no tiene nada que ver con tener o no una biografía. Lo que sí es cierto es que el hecho de hacer una reseña biográfica se me hace penoso de por si: fácil, en el mejor de los casos. Bolaño, nuestro Bolaño, decía que no tenía problema alguno con las autobiografías siempre y cuando las escribiera un hombre con una erección de 30 centímetros. Pasa lo mismo con las reseñas biográficas.
Pero dije que lo que quiero investigar aquí es a la gente, al personal pictórico con los que Gonzalo Zurita tiene vérselas cada día, y lo dije porque siempre me pareció que su pintura lo que pone en evidencia es esa infancia simbólica del Génesis, de las Escrituras, en que estuvieron emparentadas la carne y el barro. Al ver la pintura Los amantes de Sumpa, al ver aquellas dos formas fornicando, en medio de las épocas, unidas por todos los tiempos, que han levantado sus cuerpos una vez más con la sola intensión de volver a fornicar, la primera pregunta que me he hecho es si es que, efectivamente, son de barro. Parecen tan esculpidas. Pero resulta que no, que uno puede ver la textura de la carne, pero de una carne no perfectamente acabada, de una carne barrosa que debió ser el primer intento en la creación del hombre, pero que viene a ser el último intento para su pintor.
Es eso, me digo, lo que busca la pintura de Gonzalo Zurita entonces, conservar el boceto monstruoso con el que un dios, -cualquier dios- intentó crearnos, pero cuyos primeros experimentos han sido olvidados, destruidos por él mismo quizá, enviados a la fosa común del vacío, en una especie de nazismo divino. Algunas de las pinturas hoy expuestas como Transfiguracion 2015, Lo que veo 2015, o El santo 2015 retratan la vida de aquel hombre que Dios desmereció para ser nosotros, de aquel hombre que es de barro pero al que ya le nace la piel por debajo, que es monstruoso por ser anterior a nosotros, atávico, arquetípico.
Esta alquimia del barro convertido en carne, de la carne que se convierte en barro, llega a su catarsis en Transfiguración. Es el barro que se quiebra, es la carne vieja que se arruga, pero que presagia una conversión, una transubstanciación de esta materia en otra, una sublimación de la misma. Es el hombre primero cuyo cuerpo contra-hecho, quebrándose, lo conduce a la reencarnación, ¿al re-embarramiento?
Es decir que, a medida que miramos sus obras, encontramos en estos seres de Gonzalo Zurita no solo una continuidad, sino también un espectro simbólico que antes no esperábamos. No le ha bastado con hacerse unos personajes raros, sino que los han llenado de una presunta ritualidad, de una espiritualidad confusa pero latente. Todos parecen partidarios de la misma misa.
En El Santo, de tema efectivamente mexicano, podemos tener un aproximación de los ídolos de esta sociedad ficticia, los vemos atormentados, como los nuestros, pero otra vez están hechos de un material extraño, ya ni si quiera parece barro, parece madera, parecen ídolos hechos de madera.

Pero lo que quiero decir con esto del barro y la madera es que la pintura de Gonzalo Zurita no es pintura, es alfarería, es escultura y escultura interior. En contados casos como La familia y Dentro del sagrado corazón, no está esculpiendo, rostros, cuerpos, torsos, y esto -le guste o no le guste- le viene de su semejanza con Guayasamín, de su pintura como expresión de la desesperación y angustia humanas. El otro pintor del que viene, tradicionalmente, es Luigi. Luigi y Guayasamín son dos paradigmas, entre ellos la influencia de la modernidad, con Rendón Seminario de parangón. Pero no soy crítico de Arte, ni quisiera serlo, lo único que he venido a decir aquí es que he visto unos seres que no son de este mundo, ahí, en las pinturas, y que han sido abandonados por Dios, por cualquier dios. ¿Y si esta injusticia se ha cometido contra ellos podemos olvidarlos nosotros?


martes, 18 de agosto de 2015

Palabras para Federico



Hoy, 18 de Agosto (como podría haber sido 20) hace 79 años el franquismo y los soldados del Bando Nacional nos arrebataron al que fuera el “poeta más grande y trágico de nuestro siglo español”1, el granadino nacido en Fuente Vaqueros, Federico García Lorca.
Poco tengo que decir -no me gusta escribir con resentimiento- y ante el recuerdo de esta fecha yo prefiero quedar en silencio. Aquí un poema de nuestro Stuart Gambaux contenido en El Tercer Azul:

Elegía elemental: Un alfil para Federico.




Hoy Cristo, hoy,

se han desnudado las ramblas

y cubierto de sangre los caudales.

La furia ha transparentado

tu ausencia como un trueno de gritos.

Has abandonado su cuerpo

en la caída sin nombre

del abismo de los días.

Ya no hace falta que respondas,

hoy se ha escrito para siempre tu mutismo.






  1. Lorca , poeta maldito: Francisco Umbral. 2012. Austral Editorial. Barcelona, España. Pg. 278. ↩︎

sábado, 28 de marzo de 2015

La máquina de carne


Para mí tu noche es una máquina de carne
-Stuart Gambaux.





Niña sáfica de sinceridad ambulatoria
te veo caminar en fotografías o videos
pasas por las calles a todas horas como un juguete demente
como una miel pasajera se arrastran las sombras a tu lado

Y miras los rostros del carrusel y del delirio
mientras como un agenciador de la noche
como un prestidigitador del frenesí
das papeles traficando pasajes a la nada o al vacío

Yo te veo
corta tormenta
luz eficaz
completa en la noche desnuda
y escucho tu vino y tu vinagre
a lo lejos
por partes
leo tus pasos de goma
huelo tu sombra y tu clima
y tu atmósfera, al completarse,
me subyuga

Pero
después me doy cuenta
la ilusión casi que se quiebra

Porque
flaca
tengo rabia de que Lesbos me suene
a espejo de pubis
a dardo inverso
a felino carnívoro
a casual tormenta
a estratagema extranjera

Me suena en la noche
a entraña desnuda o sola
a lámpara  ardiendo en el día

Pero es cuando te acercas en un baile lento
de adicción o de mareo y comprendo que eres inofensiva
porque para mí
tu tigre es otredad o pavura

y al descubrir esto me siento
más miserable que nunca

Tigre sin perfume o rugido
luz mísera
máquina de carne
no alcanzo a saber cómo pero
en la noche me subyugas

lunes, 15 de diciembre de 2014

Revuelo del ánima


Soy una más de las cosas que he visto.
La hoja de papel, la tinta, ésta tarde,
La línea que lees.
Son accidentes  de cuanto nos sucede ahora.

Yo entro en éstos momentos, en éstos lugares,
como se entra en una botella o en una ergástula. 
Las cadenas de carne me hieren las muñecas.
El viento pesa. Recuerdo una vida distante. 

La vista desde aquí arriba, 
el batir de alas de las golondrinas,
mi sombra o los rostros, nos componen,
mientras (por un instante) componemos el mundo. 

lunes, 18 de agosto de 2014

Cuando florecen los arupos: respuestas al "Cuestionario Proust".



Ahora que he cumplido un año más de vida y soportado todo lo que aquello acarrea,deseé responder al famoso cuestionario para descubrir en quién me había convertido. He aquí las respuestas.   

1.– ¿Principal rasgo de tu carácter? 

La capacidad de amar.

2.– ¿Qué cualidad desea en un hombre?


Carácter. Visión. Inteligencia. Pero ante todo, bondad. 


3.– ¿La cualidad que deseo en una mujer?


Conocimiento de su poder sugestivo, atráctil. Valentía a la hora de amar. Intuición. Lo último que deseo es bondad. 


4.– ¿Lo que más aprecia de sus amigos?

La compañía. El calor. El recuerdo de que ya todo sucedió.


5.– ¿Mi principal defecto?


La capacidad de amar sin constancia. 


6.– ¿Mi ocupación favorita?


Escribir escuchando el dictado de pequeños dioses.


7.– ¿Mi sueño de dicha?

Que el dios que imagino sea el mismo que esta más allá de las galaxias. Amar sin que se sepa cuánto, que es lo mismo.


8.– ¿Cuál sería mi mayor desgracia?


Vivir la muerte de mis padres.


9.– ¿Qué le habría gustado ser?


Yo mismo. 

10.– ¿En qué país desearía vivir?

Ecuador. Nada igual.


11.– ¿Su color favorito?


El azul, inmediatamente después el negro, pero el de las sombras.


12. – ¿La flor que más le gusta?


Los cardúmenes, mejor conocidos como cartuchos. El árbol que prefiero es el arupo, que florece cuando cumplo años.


13.– ¿El pájaro que prefiere?


El "azulejo del desierto", por el nombre. Y el "lero" por su canto: lero, lero, lero.


14.– ¿Sus autores favoritos en prosa?


Proust, Umbral, Palacio. 


15.– ¿Sus poetas?


Neruda, Pessoa, yo mismo. 

16.– ¿Un héroe de ficción?


Edmond Dantès. Gatsby, por ahí. 

17.– ¿Una heroína?


El estereotipo de Rei Ayanami, Saya Otonashi, Sylia Stingray. Pelo azul/negro, corto, de dudoso orígen etc.


18.– ¿Sus compositores favoritos?

Igor Stravinski. Omar Rodríguez. 


19.– ¿Sus pintores preferidos?



Georges de la Tour. Eduardo Solá-Franco. 

20.– ¿Su héroe de la vida real?


Mi madre. 





21.– ¿Su nombre favorito?


Secretamente, Martín. La versión femenina es Daniela en mi mitología. Guardo ambos nombres como la leyes oscuras que bajo otros nombres escondían los alquimistas. 


22.– ¿Qué hábito ajeno no soporta?


El descuido. El resentimiento. El miedo. El afirmar algo estrictamente: "Está comprobado por la ciencia...", etc. El desconocimiento de las falacias lógicas para la argumentación. 


23.– ¿Qué es lo que más detesta?


Mi infancia y la política. 


24.– ¿Qué caracteres históricos detesto más?


Los presidentes de la república del Ecuador. 

Los textos que obligadamente leí en el colegio casi destruyen mi integridad crítica. Odio a todos los personajes que ahí conocí.  

25.– ¿Qué hecho militar admiro más?


La batalla de Narva. Carlos XII venció con 2.500 soldados suecos a los rusos, cuyo ejercito era de aproximadamente 80.000 unidades. 


26.– ¿Qué dones naturales desearía tener?


La dimensión de mi cuerpo. Nunca comprendí el espacio que necesito para moverme. 


27. – ¿Cómo me gustaría morir?


De viejo. 


28.– ¿Cuál es el estado más típico de su ánimo?



La ansiedad. La culpa. El azoramiento emocional. 

29.– ¿Qué defectos le inspiran más indulgencia?


La estupidez. La egolatría. 


30.– ¿Mi lema?


Date.